viernes, 27 de febrero de 2009

El Caracazo, ¿comienzo de una revolución?

El Dr. Gonzalo Barrios, presidente de Acción Democrática, dijo en la Cámara del Senado el 2 de marzo de 1989, cuando aún sonaban los disparos en el 23 de Enero, la gente caminaba temerosa por las calles de Caracas y las cifras oficiales de muertes habían sido detenidas en 262 (y 1.500 heridos) y ascendían postmorten al mayor Felipe Acosta Carlez, muerto de un tiro en El Valle, que era "el sistema y no AD quien estaba contra la pared". Resumía la situación mejor que el presidente Carlos Andrés Pérez, quien ese mismo día dijo que "la delincuencia y la subversión distorsionaron la protesta popular". Al jefe de Copei, Eduardo Fernández, no se le ocurrió nada mejor que promover "un clima de entendimiento" entre quienes detentaban el poder, por supuesto, mientras Andrés Velásquez, a nombre de La Causa R, aclaró que no tenían "responsabilidad en los disturbios".
Del exterior parecían ver el Caracazo con más claridad.
Fechados en México el jueves 2 de marzo, "El Partido Mexicano Socialista aseguró que la violencia en Venezuela tiene su origen en las políticas que el Fondo Monetario Internacional quiere imponer a ese país". Desde Madrid: "Los diarios de esta capital criticaron ayer en editoriales las medidas de ajuste económico aplicadas por el gobierno venezolano...". O Estado de Sao Paulo y Folha de Sao Paulo, alertaron que tales sucesos eran "un llamado de alerta para la comunidad financiera internacional y los políticos latinoamericanos". Hasta el general Manuel Noriega, comandante de las Fuerzas Armadas de Panamá, dijo que había sido una zancadilla del FMI al gobierno de Pérez. En fin, mientras afuera veían las acciones como una protesta popular contra las medidas impuestas por el FMI, aquí en Caracas ningún partido vinculaba tales acciones con las políticas del Fondo y del Banco Mundial.
Después de una larga quietud social, sin huelgas, protestas de calle, sin manifestaciones, y sin que nadie lo sospechara ni en la izquierda ni en la ultraderecha, estallaron las protestas el 27 de febrero en forma espontánea, anárquica, de tantas rabias contenidas, sin ninguna dirección, y provocó la mayor explosión urbana de violencia del pueblo habida en todo el siglo XX en Venezuela, particularmente en Caracas, ahora reprimida con mas violencia aún por las Fuerzas Armadas.
Los efectos. El Caracazo fue objeto de muchos análisis posteriores. Últimas Noticias, por ejemplo, le dedicó en 1990 dos números seguidos (42 páginas) de su Suplemento Cultural. Hubo quienes esperaron que se repitieran hechos similares en los meses siguientes, pero sus efectos más importantes fueron los cambios que introdujo en la política. Lentamente, la calle comenzó a moverse. Cada vez más gente expresaba su descontento, Entre enero de 1991 y mayo del 92, hubo 1.519 manifestaciones de protesta de todo tipo, desde las amas de casa de Acarigua que impidieron la salida de camiones cargados de harina de maíz si antes no se abastecía la ciudad, hasta las de agentes de policía en Caracas, Valencia y Mérida. En promedio, 112 mensuales ¡más de cinco protestas de calle cada día laborable durante 17 meses! Y en las elecciones de diciembre de 1993 se derrotó por primera vez al bipartidismo AD-Copei, que habían gobernado juntos o separados durante 35 años; los porcentajes que obtuvo Rafael Caldera (30,46%) y el de Andrés Velásquez (21,95%), eran una sólida mayoría sobre AD-Copei.
Todo esto lo cuento en mi libro Todo Chávez, de Sabaneta al socialismo del siglo XXI, (Planeta, 2007).
En junio de 2000 entrevisté al presidente Chávez y me contó cómo en diciembre de 1991 el grupo de oficiales que conspiraba desde hacía ocho años, después de la masiva participación en las elecciones que ganó Pérez (dic 88), estaban desanimados, a punto de abandonar sus planes. Hasta que se produjo el Caracazo.
"Sí, se reactiva todo el movimiento. Por eso es que yo digo, Eleazar, desde mi punto de vista y analizando todo ese camino transitado, sin el Caracazo nosotros no hubiésemos podido impulsar lo que impulsamos, porque el Caracazo fue además el sello de muerte de Pérez, fue una estocada, y con la participación que tuvieron las Fuerzas Armadas en esos acontecimientos fue un elemento que elevó la conciencia de nuestro movimiento que trató de reaccionar, hicimos un intento, pero fue imposible, estábamos desarticulados por las razones que hemos visto, yo estaba enfermo, con rubeola, y llegaron a mi casa varios oficiales a pedir instrucciones, `¿Qué hacemos?’, recuerdo que Castro Soteldo llegó una vez a medianoche y me dijo `Hugo, qué hacemos, no podemos pelar este boche, están masacrando a la gente’ ¿Y qué podemos hacer? ¿salir a la calle? Dimos instrucciones a nuestra gente para que no participaran en la masacre... Después reanudamos nuestro trabajo, los contactos, las reuniones, hasta en Miraflores reunimos pequeños grupos...".
Posteriormente, ya en el poder, después de celebrar el aniversario de esa explosión popular dijo, y lo ha reiterado cada vez más persuadido, que "con el Caracazo fue cuando comenzó esta revolución". Hace poco, en este febrero de 2009, se le escuchó nuevamente.

ELEAZAR DÍAZ RANGEL

No hay comentarios: